martes, 29 de noviembre de 2011

Recomendaciones para el cuidado del mayor en situación de dependencia

El cuidado de mayores en situación de dependenciadebe ser de calidad, sin discriminación, y siempre se deben tomar las medidas necesarias para garantizar el bienestar y la comodidad.
cuidar al mayor
foto por Radio 4
Hay recomendaciones básicas que toda persona a cargo del cuidado de mayores en situación de dependencia debe saber. El trabajo de cuidar no es fácil, exige en el profesional flexibilidad y apertura para enfrentar continuamente diversos retos emocionales.
Debe aprender a conocer y enfocar sus sentimientos al tiempo que optar siempre por el optimismo y entusiasmo por el bienestar de la persona que está bajo sus cuidados. Cuidar y acompañar a una persona muy mayor plantea preguntas y reflexiones sobre la transitoriedad de la vida y despierta sentimientos de angustia, preocupación o impotencia. Por esta razón, reconocer este contexto permitirá al cuidador asumir los retos de su trabajo y entablar una relación enriquecedora. Presentamos 15 recomendaciones redactadas con base en el Tratado de Geriatría de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, las cuales son útiles para la práctica diaria:
1. Aceptar a la persona tal y como es, sin prejuicios de etnia, sexo, nacionalidad, procedencia, enfermedad u otros.
2. Realizar un plan de cuidados diarios para desarrollar de manera sistemática. Esto facilitará tanto al cuidador como a la persona cuidada conocer el horario de actividades y ritmos del cuidado. Proporcionará seguridad a las dos partes. Los objetivos en el plan de cuidado deben ser justos, alcanzables y a corto plazo, no deben generar frustración en su planteamiento.
3. En el plan de cuidado se deben tener en cuenta las preferencias y hábitos de la persona en situación de dependencia hasta donde sea posible.
4. Actuar serenamente y competente. El trato debe ser respetuoso, profesional y humano. No obstante, también debe haber firmeza para evitar la sobreprotección, la cual suele fomentar aún más la situación de dependencia.
5. Evitar la jerga infantil para hablar o dirigirse a la persona mayor. Referirse a la persona solamente con adjetivos como “bonito”, “mi guapo”, “mi guapita” o similares puede llegar a ser humillante, irónico y menoscaba la autoestima de la persona.
6. La excesiva confianza no es positiva solamente porque la otra persona se encuentre en situación de alta dependencia. Es mejor un trato normal, con respeto y con intenciones de aprendizaje. La confianza siempre es un valor que se gana y depende de la relación de cuidado.
7. Es importante que el profesional a cargo del cuidado se identifique por su nombre y rol, así podrá ser reconocido claramente por las personas a su cuidado, principalmente si éstas tienen algún grado de dependencia o visión disminuida.
8. Respetar la individualidad de cada persona. Es poco profesional catalogar a “todos” los mayores, por ejemplo en una residencia, bajo un mismo denominador. Aunque puedan presentar problemas y enfermedades similares, cada persona debe ser concebida individualmente.
9. Es importante que el profesional de la geriatría esté dispuesto a escuchar, apoyar y explicar. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente significa facilitar a la persona a tomar sus propias decisiones. No se pide al profesional de la geriatría solucionar todos los problemas, porque esto no está a su alcance. Por el contrario, dedicar tiempo para compartir las preocupaciones de la persona y su entorno familiar es el principio del apoyo emocional.
Foros:
Cuidadores fuera del horario laboral
Atención a los auxiliares de geriatría
10. Mantener el contacto visual y táctil (por ejemplo, tomar su mano al dar una respuesta) cuando se hable con la persona mayor en situación de dependencia. Dirigirse directamente a la persona y no tanto a su acompañante.
11. No es necesario alzar la voz, a menos que haya problemas de audición.
12. Para las personas hospitalizadas es fundamental brindar una buena acogida y proporcionar toda la información necesaria sobre el entorno y medio físico: explicar dónde están los timbres, el baño, las baranillas y otros). Igualmente, presentar a sus compañeros genera confianza.
13. Respetar la intimidad, retirándose en el momento apropiado, por ejemplo en el baño y al recibir una visita.
14. Se debe ayudar al mayor solo cuando sea necesario y se le debe estimular, en lo posible, para que intervenga en sus cuidados. Se debe reconocer su aporte y experiencia.
15. Ayudar es una tarea facilitadora, no sustitutoria. En geriatría el cuidador facilita, no sustituye a la persona cuidada.

Voluntariado en la Tercera Edad

El envejecimiento no implica quedarse con los brazos cruzados y perder el tiempo sin hacer nada productivo. Frente a esta problemática la ocupación que gana cada vez más adeptos dentro las personas mayores de todo el mundo es el voluntariado en la tercera edad.
foto por sisterbeer
Seniors Voluntarios
El voluntariado en la tercera edad senior consiste en personas que superan los 60 años y que ofrecen de manera gratuita horas del día para colaborar con la sociedad.
Esto tiene que ver con el hecho de que en diversas comunidades o municipios, las instituciones y asociaciones culturales locales precisan de personas con edades avanzadas que quieran realizar labores de guía turístico y así compartir sus conocimientos con los miles de visitantes que frecuentan los patrimonios culturales.
Relaciones intergeneracionales
El voluntariado en la tercera edad va a ser también fundamental para aconsejar o prestar ayuda a los trabajadores activos. Con base en su larga experiencia los ancianos revelarán los secretos de su profesión y sus conocimientos en gestión empresarial a jóvenes emprendedores, pequeñas y medianas empresas (Pymes), y a las ONG con recursos económicos escasos que no tienen acceso a una asesoría comercial. Estas relaciones intergeneracionales permitirán trabajar sobre los errores y fomentar el carácter útil de estos voluntarios.
Solidaridad
Pero el voluntariado en la tercera edad no se limita a actuaciones puntuales, también se desarrollan programas continuos relacionados con acciones sociales, y para tomar parte en estos los ayudantes recibirán formación previa específica.
Además, son muchos los colaboradores que sin coste alguno ofrecen su tiempo para asistir a personas que requieran de un acompañante, como enfermos terminales, personas con incapacidades motrices, o bien que visitan centros de acogida de menores.
Abuelos canguros
Los contratiempos labores dentro del matrimonio implican que tanto el hombre como la mujer deben trabajar más de lo debido para que a sus hijos no les falte nada. Por este motivo, en los últimos años se ha modificado la estructura de cuidado familiar. La falta de tiempo de los padres en el hogar supone que otras personas se pueden encargar del cuidado de sus niños. Frente a la desconfianza ante personas externas al entorno y con la idea de reducir costes, se ha decidido que los abuelos se encarguen de cuidar a las criaturas.
Asimismo, el voluntariado en la tercera edad implica también llegar a las escuelas y guarderías donde los abuelos contarán cuentos o narrarán sus propias aventuras en este mundo para mantener entretenidos a los pequeños oyentes.
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